sábado, octubre 14, 2006

Hoy toca hablar de mi

Bueno, pues empezaré a bocajarro porque si no, no sé como empezar.
Miguel siempre ha sido un chico muy tranquilo. Miguel siempre ha sido un chico que ha tenido muy claro lo que ha tenido que hacer en cada momento y lo ha hecho, siempre ha cumplido con aquello de lo que se esperaba de él.
Desde que ha sido canijo lo ha pasado jodidamente mal, pero él ha pasado, bueno, eso lo digo yo, el Miguel canijo seguro que no dice eso, pero los rencores con el mundo y con la vida ya quedan atrás. A pesar de todo lo vivido (aunque uno no se siente especial por eso) creo que ha sido un bicho ejemplar para toda madre, pero no, gente, eso no es suficiente, todavía queda mucho, hay que ser perfecto. Y no hablemos encima si te quedas estancado desde hace cinco años y tu vida no avanza hacia un sentido ni hacia otro y te vuelves gilipollas. Y sólo das bandazos y sólo engañas a la gente y sólo buscas apoyo en aquéllos que sabes que se hartarán de tu historia de siempre y que siempre te mandan a la mierda por lo mismo y que sabes lo que deberías hacer y no lo haces y bueno, no sé a que viene lo que he contado antes acerca del chico megaguay que yo tenía que ser. Supongo que a que intentes ser una buena persona y alguien decente. Siempre habrá algo que te lo impida y te haga ser la persona más egoísta del mundo.
Y bueno, que intuyo que uno con 26 años ya se ha hecho uno demasiado mayor para andarse de botellones, tirarse a todo hijo de vecino y sentir que todavía es peter pan. Siempre hubo una edad para crecer. Ahora buscaré un buen marido con el cual tener una bonita descendencia.
Ale, buenas noches, mundo, después de tanto tiempo


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